Qué cruel es el tiempo que no quiso esperar un poco más,
Imperdonable diría yo
al pensar que mientras pasaban los días
nos distanciamos más y más.
Ironía de la vida.
Me perdí en el frío rocío de la noche,
Quedé sin el más mínimo resplandor de tus ojos
Sintiéndote cada vez más lejos.
Es tan cruel el tiempo que no quiso esperar
un poquito más,
Nos dejó silencios que hoy gritan
por anhelar un segundo más.
Hoy, hoy solo queda el eco de nuestras tormentas,
queda esquivar este crudo y frío invierno de tu ausencia
Con el abrigo de mi tristeza,
Pues solo tu presencia le da sentido a mi existencia.
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