Ya no estás anclado en la parte superior del chat.
Ya no espero una notificación tuya.
Ya no te veo en mi café de las mañanas.
Ya no busco una canción para dedicarte.
Ya dejé de revisar mi bandeja de entrada.
Ya dejé de usar mi abrigo preferido.
Yo no veo tus estados.
Ya no leo tus libros.
Ya te eliminé de mis contactos favoritos.
Ya no disfruto la lluvia.
Ya dejé de practicar los pasos para bailar contigo.
Ya cancelé los viajes que planeamos juntos.
Ya no guardo tus fotos.
Ya no busco la luna por las noches.
Ya no pienso en tus promesas.
Ya no veo tu última conexión.
Ya no te veo en mis sueños.
Ya no uso el reloj que me regalaste.
Ya no imagino viajes contigo.
Ya no te busco al despertar.
Ya no reviso si escribes poemas para mí.
Ya no canto el carrito azul.
Ya no espero las rosas que nunca me diste.
Ya estoy dejando de escribir para tí.
Ya no escucho la melodía en los pajaritos por la mañana.
Ya dejé de buscarte por las tardes.
Ya puedo dormir sin que me cantes por las noches.
Al poeta de mis sueños. Una noche fría de Invierno. 😉
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