Escribo y grito palabras manchadas de tinta.
Gritar y escribir siempre ha sido lo mismo para mí.
Soy cobarde por refugiarme en las letras
O soy valiente por inmortalizar lo que me duele.
No lo sé.
Yo nunca sé nada.
Yo siempre he vivido un mundo paralelo, tan ajeno a los demás y tan propio de mí.
Quizás esté hecha de refugios.
Tan vez los únicos puentes que me animo a atravesar son los que me conectan al otro lado de mi mejor versión.
Yo espero.
Siempre estoy esperando pero nunca sé qué.
Escribo y espero,
O escribo para esperar.
No lo sé.
Porque yo nunca sé nada.

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