Extraño

Extraño las confesiones que teníamos en las madrugadas.

Extraño tanto que me cantes cada noche una y otra vez la misma canción hasta quedar dormida.

Extraño los pequeños detalles, los besos improvisados.

Extraño salir a caminar de tu mano.

Extraño esconderme de los peligros del mundo justo en el centro de tu pecho.

Extraño tu abrazo, ese abrazo que me proteje y me da tanta seguridad.

Extraño llamarte para contarte mis miedo y que con solo escucharme puedas darme paz.

Extraño que me leas una poesía, mientras observo tus ojitos aguados de emoción.

Extraño hacerte reír con mis ocurrencias y ser chinchi con mis torpezas.

Extraño burlarme de algo solo para hacerte reír.

Extraño ese sarcasmo que algunas veces me hacía llorar.

Extraño que me duela el estómago cada vez que decias «tenemos que hablar».

Extraño contarte cómo estuvo mi día y cómo están los problemas con lo que batallo.

Extraño que me cuentes con tanta emoción tus planes.

Extraño darle letras cada día.

Extraño volvernos chinos de tanto reír.

Extraño todo.

Si bien el destino de nuestro viaje nunca será el mismo sitio, al igual que el destino de nuestras vidas; yo seguiré por el resto de mi vida extrañándote.

Compartir:

Comparte en tus redes sociales.