Lo Efímero De La Vida

La vida es un sueño efímero;
tan efímero como el arco iris.
Pasamos algunos días tristes por cosas pequeñas;
sin darnos cuenta que estamos perdiendo el tiempo.
Algunos días no damos el abrazo que tanto deseamos,
porque algo en nosotros impide esa muestra de afecto.
No damos nuestro mejor beso cada día,
porque no estamos acostumbrados a eso.
No decimos lo que realmente sentimos,
porque creemos que la otra persona automáticamente
sabe lo que pensamos.
Pasamos algunas veces hablando demasiado,
cuando son momentos de estar en silencio.
Y callamos cuando es momento de hablar;
perdiendo así un tiempo precioso.
Tenemos nuestro jardín, pero olvidamos arrancar lo que hace daño;
olvidamos regar las plantas y preparar el terreno.
Nos descuidamos de nosotros mismo y de los demás también,
pues no nos hemos preparado para las plagas,
las sequías o el exceso de lluvia, olvidando así disfrutar del Edén.
Y así van pasando los días,
va pasando el tiempo, pasamos la vida y no vivimos.
Sobrevivimos porque es lo mejor que podemos hacer;
hasta que llega un momento en el cual miramos atrás
y vemos que probablemente pasaron días, semanas, meses y años;
y no hemos vivido como tal.
Entonces nos preguntamos: ¿y ahora?
Pues ahora todavía es tiempo de reconstruir algunas cosas,
es tiempo de sanar, de perdonar y comenzar a vivir.
Es tiempo de sonreír, abrazar, de agradecer por todo lo que tenemos.
Es tiempo de mirar hacia adelante.
Es tiempo apreciar lo maravilloso que está a nuestro alrededor.
Todavía es tiempo de agradecer a Dios por nuestras vidas.
Que es efímera, pero tenemos el privilegio de tenerla aún.

Compartir:

Comparte en tus redes sociales.