Llegaste Tú

Entonces llegaste tú…
Justo cuando creía tenerlo todo bajo control.
Cuando mis pasos eran calculados, precisos, para no sentir demasiado,
para no romperme otra vez.
Pero tú… tú llegaste con ese beso.
Sin avisar, sin pedir permiso.
Fue un incendio suave, una sacudida directa al alma.
Ese beso desordenó mis certezas,
derribó mis defensas y me dejó temblando…
pero no de miedo, sino de verdad.
Sentí que el tiempo se detenía,
que el mundo podía desmoronarse a mi alrededor
y aun así, en tus labios, todo cobraba sentido.
Porque el amor no siempre llega como refugio.
A veces se presenta como un huracán dulce,
que arrasa, que transforma.
Y ese día, con ese beso,
entendí que perder el control contigo no era un error
era el inicio de algo nuevo,
la promesa de sentir sin miedo,
y la certeza de que a tu lado
Hasta mi corazón sonríe bonito.

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