Sencilla, capaz de volver loco a cualquier mortal con cada una de sus ocurrencias.
Tan bonita como la poesía, tan frágil como una mariposa, tan dulce como la miel.
Libre como las aves en el cielo; soñadora de sueños gigantes, llena de detalles chiquitos.
No hay color más hermoso que el brillo de sus ojos.
Su voz y su risa se convierten en la mejor música; hasta enojada se ve hermosa.
Llora a escondidas y ríe a carcajadas; siempre alegre pero desconfiada, aunque lo niega.
Sigue creyendo en el amor.
Le gusta la música, baila sola, ama la luna y su mayor sueño es ser mamá.
Le gusta la lluvia, sonríe caminando sobre las hojas secas del otoño.
Ama la libertad, el café y la poesía.
Ella es magia, llena de imperfecciones, de luces que no se apagan.
Ella es el sueño de cualquier mortal…
pero no de cualquiera:
de quien sepa mirar más allá del brillo,
y entienda que su alma no se conquista,
se celebra.

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