Descanso Para El Alma

A veces dan ganas de sentarte a la orilla del camino y quedarte ahí; quedarte ahí, mirando al horizonte; quedarte ahí tratando de explicar lo inexplicable; quedarte ahí hasta encontrar la respuesta correcta; quedarte ahí hasta que los vientos cambien de dirección, hasta que las nubes lloren tanto que no quede ni una gota más; hasta que la luna se esconda completamente; hasta que pase el dolor.
Sé que a veces dan ganas de abandonar el barco, ganas de salir corriendo y dejar de lado tus proyectos, olvidar los sueños, intentar olvidar todo, porque miras alrededor y ves que el tiempo es demasiado difícil, los días con su propio afán. La vida muchas veces se desordena, se pierde en un laberinto y no estamos preparados para dar cambios abrupto en nuestra vida, las distintas situaciones no vienen con instrucciones de cómo afrontarlas y esto pesa, hasta duelen los hombros.
Pero también sé que muchas veces tienes que volver a respirar, mirar desde lejos lo que desde cerca no se ve; recuperar el aliento para caminar un poco más, saber que el hecho de que cada día sonrías, no siempre significa que todo está perfectamente bien, de que algo pasó y ya se olvidó, si no que has decidido afrontar la situación con otra actitud.
El tiempo sigue, no se detendrá, los días seguirán trayendo su propio afán; lo que fue ya es; lo que ha de ser ya fue.
Levanta la mirada, busca siempre descansos para aliviar el alma y descansar el corazón.

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